En los últimos años, los adultos mayores en los Estados Unidos se han convertido cada vez más en el objetivo de los estafadores, lo que ha resultado en el robo de miles de millones de dólares en ahorros de toda una vida. A continuación, encontrarás un resumen de cómo funcionan algunas de estas estafas, consejos sobre cómo combatirlas y recursos públicos disponibles que pueden ser útiles si llegas a enfrentar una situación de este tipo.
Si tú o alguien que conoces ha sido víctima de una estafa, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor recomienda que te comuniques con el departamento de policía, la oficina del fiscal general del estado y, si la víctima es una persona mayor, con la agencia local de servicios de protección a adultos.
Estafas financieras dirigidas a personas mayores
Las estafas financieras a personas mayores —definidas en términos generales como el uso ilegal o indebido de los fondos, bienes o activos de una persona mayor, a menudo mediante estrategias complejas o fraudes— generan pérdidas económicas de 28.3 mil millones de dólares cada año, según la AARP.
Las formas más comunes de estafas financieras a personas mayores se dividen en dos categorías: abuso financiero y fraude financiero. El abuso financiero es cometido por alguien conocido por la víctima, como un cuidador, un conocido o un familiar; el fraude financiero es perpetrado por un desconocido que consigue ponerse en contacto con su víctima, generalmente a través de Internet.
Algunos ejemplos de estas estafas incluyen:
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Abuso de poder notarial: un apoderado, legalmente autorizado para tomar decisiones financieras en nombre de un jubilado, usa indebidamente los fondos, vende acciones o transfiere la propiedad de un título o escritura a su nombre para su propio beneficio.
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Mala praxis profesional: un asesor de jubilación, un abogado o un fiduciario proporciona a su cliente un mal asesoramiento con el fin de obtener ganancias personales.
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Fraude con tarjetas de crédito: una persona con acceso a la información personal de un adulto mayor abre nuevas cuentas de crédito sin el conocimiento del titular.
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Nuevos romances: tras iniciar una relación por Internet, una supuesta pareja sentimental —que en realidad es un estafador— convence a un adulto mayor para que le envíe dinero por una emergencia falsa, un negocio ficticio o una razón similar.
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Falsos servicios de soporte técnico: un número gratuito de servicio al cliente falso realiza una llamada directa afirmando llamar en nombre del banco de la víctima o de un funcionario del gobierno, normalmente del Servicio de Impuestos Internos (IRS), y solicita información personal confidencial, como números de cuenta, de ruta bancaria o de seguro social.
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Estafas de phishing: tras recibir un correo electrónico o un mensaje de texto no solicitado de una “empresa conocida”, se pide a la persona que verifique su identidad facilitando información personal, que luego se utiliza para abrir cuentas o solicitar beneficios a su nombre.
Puedes encontrar más ejemplos de estafas aquí: Departamento de Justicia — Iniciativa para la justicia de personas mayores.
Maneras de protegerse contra las estafas financieras dirigidas a personas mayores
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Infórmate sobre las diversas estafas y fraudes que suelen afectar a los estadounidenses mayores para poder identificarlos en tiempo real. Las instituciones financieras nunca te pedirán directamente información personal ni contraseñas.
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Mantente en contacto con tus seres queridos y pregúntales si han recibido mensajes no solicitados o sospechosos relacionados con sus finanzas personales.
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Familiarízate con las políticas de visitas y solicitantes del asilo donde vives tú o un ser querido para conocer quiénes pueden ingresar sin previo aviso y por qué.
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Inicia una conversación con los adultos mayores presentes en tu vida para hablar proactivamente sobre las mejores prácticas en cuanto a supervisión financiera, administración de bienes, planificación para el retiro y otros temas relacionados.
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Recuerda que, en la mayoría de los casos, las agencias gubernamentales, incluido el IRS, nunca te contactarán de manera espontánea. Si recibes una llamada y sospechas que es fraudulenta, pide un número para poder colgar y devolver la llamada, a fin de confirmar que estás hablando con un funcionario autorizado.
Puedes encontrar más recomendaciones en los siguientes sitios web:
Recursos del gobierno de los EE.UU.
Si tú o alguien que conoces se enfrenta a un caso de fraude contra personas mayores o sospecha de uno, considera comunicarte con los siguientes recursos para obtener ayuda: