Idealmente, ¿cuál es la porción de ingresos que se debería ahorrar? Cuando se trata de ahorrar, algo es mejor que nada, y más es mejor que menos. No será de gran ayuda, pero esta simple pauta tal vez sí:
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El 50% de sus ingresos después de impuestos se destina a las necesidades
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El 20% se destina al ahorro y al pago de deudas
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El 30% se destina a los deseos
Esta guía presupuestaria simplificada, o Fórmula Financiera Equilibrada, es del libro All Your Worth: The Ultimate Lifetime Money Plan, de Elizabeth Warren y Amelia Warren Tyagi. Sí, esa Elizabeth Warren, la senadora estadounidense de Massachusetts que fue la impulsora de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor en Washington, D. C. Warren y Tyagi clasifican los términos de esta manera:
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Las necesidades son aquellos gastos que debe pagar: vivienda, comida, servicios públicos, costos de transporte, seguros.
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Los deseos son los gastos flexibles: televisión por cable, comidas en restaurantes, entradas a recitales, manualidades y pasatiempos, la vestimenta más allá de lo básico.
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El ahorro es el dinero que queda después de cubrir deseos y necesidades. Incluye lo que guarda para el futuro, así como cualquier pago de deuda que no sea para una hipoteca o un automóvil.
Es un buen punto de partida, aunque en la práctica es mejor el plan que le permita pagarse primero a sí mismo. Automatice sus ahorros al configurar el depósito directo de su salario y la transferencia automática de su dinero a su cuenta de ahorros. Para configurar el depósito directo, hable con el personal del departamento de Recursos Humanos de su empresa. Para configurar las transferencias automáticas, póngase en contacto con el servicio de atención al cliente de su cooperativa de crédito.
Las autoras dicen que cuando su dinero está equilibrado, siempre tendrá suficiente para pagar facturas, divertirse y ahorrar para sus proyectos. Y, una vez que su dinero esté equilibrado, podrá dejar de preocuparse por él. La gestión de su dinero se volverá automática.
Si está empezando de cero, sea realista y no espere llegar al 20% de ahorro con su próxima paga. Pero avance hacia ese objetivo y mantenga la coherencia. Se trata de consolidar un plan financiero sostenible. Organice sus ahorros en torno a objetivos de corto, mediano y largo plazo. En un futuro cercano, por ejemplo, tal vez quiera planificar unas vacaciones familiares. En los próximos años, tal vez quiera crear un fondo de emergencia que cubra entre tres y ocho meses de gastos. Un objetivo de largo plazo sería el de crear el fondo de jubilación que necesitará. Si su empresa ofrece un plan 401(k), haga el aporte máximo, o al menos iguale el aporte de la empresa. Al realizar este aporte antes de los impuestos, no tendrá que renunciar a una parte tan importante de su salario en mano. Warren y otros asesores en materia de jubilación recomiendan destinar el 10% del salario en mano — la mitad del 20% destinado al ahorro — a su jubilación.
Una vez que haya decidido cuánto ahorrar, busque oportunidades de conseguir más dinero para sus objetivos: destine a sus ahorros el dinero que pueda recibir de un aumento de sueldo, un bono, una devolución de impuestos o lo ganado con una venta de garaje. Saber que tiene esos fondos guardados de forma segura mientras crecen en su cooperativa de crédito le dará tranquilidad y satisfacción.
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